Rasca lo que te pica

Artículo y traducción de Elena Blanco-Suárez

Uno de los grandes placeres de la vida es rascar lo que te pica – tanto en el sentido real como en el figurado. A pesar de que rascarse proporciona un alivio inmediato (aunque temporal), puede llegar a disparar los mecanismos que provocan el picor. Por eso cuanto más nos rascamos, más nos pica, transformando ese breve placer en una pesadilla.

Existe una larga lista de distintas causas que pueden provocar picor: piel seca, infecciones parasitarias como sarna o piojos, embarazo, alergias, o ciertas enfermedades del hígado, diabetes o incluso cáncer. El ciclo de pica-y-rasca (llamémoslo así) está considerado como un reflejo neurofisiológico positivo que mantiene estímulos potencialmente dañinos (agentes químicos, patógenos, parásitos) lejos de nosotros. Pero algo tan aparentemente simple como rascarse, si es persistente, puede llegar a causar problemas, dañando la piel y creando una oportunidad para otras infecciones.

De vez en cuando todo el mundo tiene algún picor. El picor por lo general dura poco tiempo, y en la mayoría de los casos puede aliviarse con tratamientos muy simples que pueden comprarse sin receta médica [1]. Sin embargo el picor se vuelve persistente en algunos casos, convirtiéndose en crónico. El diagnóstico y tratamiento del picor crónico son complicados, y en la actualidad los fármacos disponibles no son demasiado eficientes.

gorila scratching

El picor puede clasificarse en pruriceptivo, neuropático, neurogénico o psicogénico [2].

  • Pruriceptivo: es el tipo de picor causado por agentes pruríticos (que causan picor) tales como los que se encuentran en la saliva de algunos insectos – por eso cuando nos pican, pica (valga la redundancia). Los nervios que perciben el sentido del tacto se activan y envían el estímulo al sistema nervioso central (SNC).
  • Neuropático: este picor se produce por lesiones en los nervios, como el causado por el herpes zoster.
  • Neurogénico: este picor está asociado a ciertas enfermedades como las del hígado. El picor se producirá por la activación del SNC, pero sin que haya un estímulo para el picor como en el caso del picor pruriceptivo.
  • Psicogénico: en algunos casos las enfermedades mentales pueden traducirse en este tipo de picor, también en ausencia del correspondiente estimulo. Los pacientes que sufren de somatización o trastorno obsesivo compulsivo pueden experimentar picor psicogénico.

Aunque esta clasificación puede ayudar a identificar el tipo de picor, la división entre los distintos tipos no es tan clara, y una clase de picor puede estar relacionada con otra, o causar un tipo de picor secundario (por ejemplo, un picor neurogénico puede causar efectos secundarios como sequedad en la piel, que dará lugar al picor pruriceptivo) [2]. La ciencia no ha llegado a un consenso sobre el mecanismo que regula todo esto, no se sabe si hay un único mecanismo para todos los tipos de picor, o cada picor tiene un mecanismo particular. Sea como sea, a los científicos les pica este misterio.

¿Qué está haciendo la ciencia?

En estudios de PET y fMRI en los que los investigadores pueden visualizar las regiones del cerebro que están activas, se vio que las principales áreas implicadas en el picor eran las del tacto (áreas somatosensoriales S1 y S2), las del placer (córtex cingulado anterior y posterior), y las de toma de decisiones (córtex prefrontal dorsolateral) [3]. Estos estudios también revelaron que las áreas motoras del cerebro relacionadas con la acción de rascar se activaban cuando se aplicaba un estímulo que provocaba picor, incluso cuando rascarse no estaba permitido [3].

mouse head

Regiones del cerebro del ratón implicadas en el picor, de acuerdo con el artículo publicado en Science [4].

Hasta ahora, los neurocientíficos han identificado el circuito espinotalámico (espina dorsal y tálamo) como uno de los más importante en el procesamiento del picor. Pero más recientemente, el circuito espinoparabraquial (que incluye la espina dorsal y la región parabraquial) ha sido señalado a la hora de procesar la sensación de picor. Un grupo de investigadores de China ha publicado muy recientemente en Science sobre uno de los posibles ciclos de pica-y-rasca regulado por el circuito espinoparabraquial [4]. Vieron que las neuronas que se activaban frente al estímulo prurítico se proyectaban desde la espina dorsal y expresaban un tipo especial de receptores llamados GRPR. Las neuronas con receptores GRPR aumentaban su actividad en respuesta a los agentes prurítico como la histamina o la cloroquina. Lo que es más, cuando permitían a los ratones rascarse en respuesta al picor, vieron que el número de neuronas activas en el núcleo parabraquial incrementaba en respuesta a rascarse, explicando el círculo vicioso: cuanto más te rascas, más te pica. Mediante el uso de la optogenética, los investigadores activaban las neuronas con receptores GRPR a su antojo, y vieron que activándolas conseguían un aumento de la actividad del núcleo parabraquial. También usaron DREADD para bloquear la actividad del núcleo parabraquial, haciendo así que el rascarse disminuyera, sin afectar ninguna otra función motora o de comportamiento. Llegaron a la conclusión que las neuronas que contienen receptores GRPR en la espina dorsal eran las que proyectaban al núcleo parabraquial, y que son esenciales en el procesamiento del picor.

Todos estos experimentos ayudan a definir el papel del circuito espinoparabraquial en el ciclo de pica-y-rasca. Lo que es más importante, consiguieron reducir el impulso de rascarse en todos los tipos de picores, lo que sugiere que el circuito espinoparabraquial podría ser el circuito común en todos los tipos de ciclos pica-y-rasca. La inhibición de estas neuronas en el núcleo parabraquial no provocó ningún otro efecto secundario en respuestas emocionales, de comportamiento, actividad motora o respuesta a otros estímulos sensoriales como temperatura o presión [4].

Varios estudios han mostrado resultados muy prometedores en el tratamiento del picor crónico en eczema (una reacción inflamatoria de la piel que causa picor y dolor persistentes en el paciente) por medio del bloqueo de receptores específicos en neuronas que perciben el sentido del tacto [5, 6], y han observado una mejora sustancial en la sensación de picor en otros pacientes con afecciones no inflamatorias que también provocan picor crónico [5].

Estos descubrimientos pueden abrir la puerta a nuevos tratamiento para el prurito (picor) crónico, una condición a la que no se le ha dado mucha importancia pero tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. Es difícil de diagnosticar y puede parecer irrelevante para los que no la sufren, pero el tratamiento del prurito crónico podría llegar a mejorar la vida de un paciente que quizás está sometido a un tratamiento para otra enfermedad como el cáncer. A veces, pequeñas mejoras pueden representar una gran diferencia en la vida de una persona.

 

Referencias:

  1. Itchy Skin (pruritus) – Patient Care & Health Information by Mayo Clinic.
  2. Basic Mechanisms of Itch. Potenzieri C and Undem BJ. Clin Exp Allergy. 2012 Jan; 42(1): 8–19.
  3. Itch: Mechanisms and Treatment. Carstens E, Akiyama T, editors. Boca Raton (FL): CRC Press/Taylor & Francis; 2014.
  4. A central neural circuit for itch sensation. Di Mu, Juan Deng, Ke-Fei Liu, Zhen-Yu Wu, Yu-Feng Shi, Wei-Min Guo, Qun-Quan Mao, Xing-Jun Liu, Hui Li, Yan-Gang Sun. Science. 2017 Aug 18.
  5. Sensory Neurons Co-opt Classical Immune Signaling Pathways to Mediate Chronic Itch, Landon K. Oetjen, et al. Cell, Available online 7 September 2017.
  6. Topical tofacitinib for atopic dermatitis: a phase IIa randomized trial Bissonnette, R., Papp, K.A., Poulin, Y., Gooderham, M., Raman, M., Mallbris, L., Wang, C., Purohit, V., Mamolo, C., Papacharalambous, J. and Ports, W.C. (2016),. Br J Dermatol, 175: 902–911. doi:10.1111/bjd.14871